Es una realidad que la industria de la moda ha sufrido un tremendo golpe por causa de la pandemia del coronavirus. En Estados Unidos, por ejemplo, la venta de ropa cayó en un 79 por ciento entre abril y mayo de este año. Grandes marcas en ese país, Latinoamérica y Europa han visto cómo sus cuentas llegan a números rojos.
No obstante, en ese panorama de confinamiento global y temor al contagio, nuevas tendencias de moda han empezado a florecer. Mientras que las ventas de ropa en general caían, el consumo de prendas como el pantalón de sudadera (track-pant o sweat-pants en Estados Unidos, o pantalón de chándal en España) se ha multiplicado. Pasa lo mismo con toda la ropa para estar en casa.
Las prendas básicas y minimalistas ganan terreno, pero los clientes buscan algún elemento de distinción.
Pijamas ejecutivas
La comodidad del pijama con la formalidad de una camisa. Esa es la mezcla de intenciones que logró la marca japonesa Whatever Inc. Su producto, pijamas ejecutivas, es un conjunto vestible: del pecho hacia arriba se ve como una camisa, pero hacia abajo, es una pijama, suave y cómoda.
Este producto ha generado múltiples reseñas en el mundo. Su gran logro es que resuelve dos necesidades. Primero, estar cómodo para trabajar en casa. Segundo, verse presentable, sin necesidad de cambiarse de ropa, si hay que asistir a una reunión virtual.
Diseñadores y analistas de moda coinciden en que la pijama ejecutiva es solo una de las múltiples innovaciones que sobresalen en la pandemia. Prendas de doble apariencia para usar en el teletrabajo se harán más comunes en los próximos meses.
El teletrabajo y las reuniones virtuales hacen necesaria la creación de prendas confortables que permitan mantener un toque formal. Ya se habla de prendas de doble apariencia.
El momento oportuno
Esa tendencia hacia el confort quedó expuesta en el caso de una marca joven como Entireworld (EE. UU.). Su diseñador y propietario, Scott Sternberg, contó cómo su tienda acabó casi desbordada por la demanda de sudaderas, en plena crisis. En un día común, Entireworld vendía 46 pantalones de sudadera. Pero, al final de marzo las ventas se habían multiplicado por seis. Cifra similar alcanzaron sus camisetas, ropa interior y medias.
En un reportaje, The New York Times reseñó cómo se dio el milagro. Justo cuando las restricciones de cuarentena se imponían y las ventas se desplomaban, Sternberg escribió un correo. Este les llegó a casi 30.000 clientes suscriptores del newsletter de Entireworld.
Aunque el mensaje no era una promoción. Al contrario, era la voz sincera del diseñador, confesando que sentía temor por el futuro de su empresa y sus empleados. La respuesta fue increíble: una avalancha de órdenes de compra de sus sweat-pants. Hablar con el corazón en el momento oportuno hizo que miles de clientes, que necesitaban miles de sweat-pants para estar cómodos en casa, compraran los de Entireworld.
Strenberg explica que sus pantalones de chándal se volvieron un éxito no solo por su mensaje. También, porque están a medio camino entre lo aspiracional y lo accesible (60 dólares). Son una combinación de color, tela y diseño que los hace funcionales no solo para estar en casa sino también para salir con ellos. De hecho, algunas personas los combinan con sacos de marcas lujosas como Burberry.
En otoño, la tendencia hacia este tipo de ropa se va a mantener. Net-a-Porter, al respecto, ya ha notificado un crecimiento del 40 por ciento en sus track pants. Y una reseña de Entrepeneur confirma la tendencia: “La popularidad del track pant seguirá en aumento. En especial, con colores neutrales como el gris y pasteles suaves”.
Mascarillas con intención
Las mascarillas, necesarias para proteger la salud, evolucionan para convertirse en complementos de lujo. Pero, también en complementos para impactar socialmente.
Está claro que las mascarillas se instalaron como un elemento obligatorio, de protección, en la sociedad del coronavirus. Pero con el avance de los meses, estas también han evolucionado. Ahora cumplen una triple función: entre protector contra el virus, ayuda social y complemento de moda.
Son muchas las marcas que han diseñado piezas curiosas y memorables. Entre las mascarillas más costosas se encuentran las de Versace (195 euros) y la de Marine Serre (129 euros). Verdaderas piezas de lujo y distinción. Sin embargo, en esta época lo que más se está valorando para la imagen de marca es el valor social que se genera.
Adidas, por ejemplo, puso a la venta un pack de mascarillas reutilizables en colores negro y blanco. El costo era de 13 euros, pero por cada venta que se hiciera la marca deportiva se comprometía a donar 2 euros para la ONG Save the children.
Algo parecido hizo Lidl, la cadena alemana de supermercados. En asocio con la diseñadora española Ágatha Ruiz de la Prada diseñaron un combo de tres mascarillas, a un costo de 4 euros. Por cada venta, Lidl donó un euro a una organización que también trabaja por la salud de los niños. En ambos casos -Adidas y Lidl- la acogida del público ha sido estupenda, agotando el producto en cuestión de semanas.
Ambas marcas han logrado destacarse en un momento de crisis y salir beneficiadas. Las dos agregaron valor social a sus productos, tendencia que hoy resulta indispensable para navegar en tiempos difíciles. A esto, se suma la innovación, que en el caso de las pijamas ejecutivas resultan todo un éxito.
Antes de finalizar recordemos, eso sí, que la innovación no solo debe aplicarse al producto. También debe llevarse a cabo en otras áreas del negocio, como las ventas. En este campo, la tecnología VIPO se consolida como un verdadero aliado de negocio para el sector retail.
VIPO es una alternativa innovadora, alineada con las necesidades y preferencias de sus clientes, a la hora de adquirir moda. Su tecnología usa inteligencia artificial. Esta se aplica en tiendas de ropa, en pantallas con las que la persona puede interactuar. Así, la pantalla se convierte en su personal shopper, lo que genera una gran experiencia de cliente. Además, mientras el usuario recibe sugerencias (basadas en sus gustos y datos), VIPO recoge toda la información de la interacción. Luego, esos datos se pueden usar para mejorar las estrategias de venta. En definitiva, una gran ayuda para el cliente y una herramienta óptima para el negocio.
Felipe Motoa Franco
Communications expert – CRM TEAM
VIPO Group